Que es la Hipertensión

La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una condición médica en la que la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias es demasiado alta.

Esta afección es silenciosa, ya que en la mayoría de los casos no presenta síntomas claros, pero es peligrosa porque puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otros problemas graves de salud si no se controla.

¿Qué es la hipertensión?

Que es la Hipertensión
Que es la Hipertensión

La hipertensión ocurre cuando la presión arterial se eleva de forma persistente por encima de los niveles normales. La presión arterial se mide en dos valores:

  • Presión sistólica: es el número más alto y mide la presión en las arterias cuando el corazón late.
  • Presión diastólica: es el número más bajo y mide la presión en las arterias cuando el corazón está en reposo entre latidos.

Una presión arterial normal es alrededor de 120/80 mmHg. Se considera hipertensión cuando los valores de la presión sistólica son iguales o superiores a 140 mmHg y los de la diastólica son iguales o mayores a 90 mmHg.

Tipos de hipertensión

Existen dos tipos principales de hipertensión:

  • Hipertensión primaria o esencial: Es el tipo más común y se desarrolla de manera gradual a lo largo de los años, sin una causa identificable. Factores como la edad, la genética y el estilo de vida pueden influir en su aparición.
  • Hipertensión secundaria: Este tipo es menos común y suele ser el resultado de una enfermedad subyacente, como problemas renales, trastornos hormonales o el uso de ciertos medicamentos. En estos casos, la hipertensión aparece repentinamente y suele tener valores más altos que la hipertensión primaria.

Causas de la hipertensión

Aunque la causa exacta de la hipertensión primaria no se conoce, existen varios factores que pueden contribuir a su desarrollo:

  • Genética: Las personas con antecedentes familiares de hipertensión tienen más probabilidades de desarrollarla.
  • Edad: El riesgo de hipertensión aumenta con la edad, ya que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con el tiempo.
  • Obesidad: Tener sobrepeso o ser obeso obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre, lo que aumenta la presión en las arterias.
  • Sedentarismo: La falta de actividad física puede contribuir al aumento de peso y al desarrollo de hipertensión.
  • Dieta alta en sodio: El exceso de sal en la dieta provoca retención de líquidos, lo que aumenta la presión arterial.
  • Consumo excesivo de alcohol: Beber alcohol en exceso puede elevar la presión arterial.
  • Estrés: El estrés crónico puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular.

Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar hipertensión:

  • Historia familiar: Si en tu familia hay antecedentes de hipertensión, el riesgo de desarrollarla es mayor.
  • Edad: Los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 65 años tienen mayor riesgo.
  • Estilo de vida: Hábitos como fumar, consumir una dieta rica en sal o grasas saturadas y no hacer ejercicio aumentan el riesgo de hipertensión.
  • Condiciones médicas: La diabetes, enfermedades renales y ciertos trastornos hormonales pueden desencadenar hipertensión secundaria.

Síntomas de la hipertensión

Una de las razones por las que la hipertensión es peligrosa es que a menudo no presenta síntomas claros. Por esta razón, se le llama el «asesino silencioso». Sin embargo, en algunos casos, las personas con presión arterial muy alta pueden experimentar:

  • Dolores de cabeza intensos
  • Mareos o vértigo
  • Problemas de visión
  • Dificultad para respirar
  • Dolor en el pecho
  • Sangrado nasal

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata, ya que pueden indicar una crisis hipertensiva o complicaciones graves.

Complicaciones de la hipertensión

Si la hipertensión no se trata, puede causar complicaciones graves que afectan diferentes órganos del cuerpo. Algunas de las principales complicaciones incluyen:

  • Enfermedad cardíaca: La hipertensión no controlada aumenta el riesgo de infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y enfermedad arterial coronaria.
  • Derrame cerebral: La presión alta puede dañar los vasos sanguíneos del cerebro, aumentando el riesgo de un accidente cerebrovascular.
  • Daño renal: La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal.
  • Problemas oculares: El aumento de la presión arterial puede dañar los vasos sanguíneos en los ojos, lo que puede causar pérdida de la visión.
  • Aneurismas: La presión arterial alta puede debilitar las paredes de los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de que se formen aneurismas.

Prevención y control de la hipertensión

La buena noticia es que la hipertensión se puede prevenir y controlar mediante cambios en el estilo de vida y, si es necesario, con medicamentos. A continuación, algunos consejos clave para mantener una presión arterial saludable:

1. Mantener un peso saludable

El exceso de peso es uno de los principales factores de riesgo de hipertensión. Mantener un peso adecuado mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular ayuda a reducir la presión arterial.

2. Adoptar una dieta baja en sodio

Reducir el consumo de sal es crucial para prevenir y controlar la hipertensión. Opta por alimentos frescos y evita los ultraprocesados, que suelen contener grandes cantidades de sodio.

Incorporar más frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede mejorar la salud cardiovascular.

3. Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio físico regular fortalece el corazón, lo que le permite bombear sangre de manera más eficiente, reduciendo así la presión arterial. Se recomienda al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana.

4. Evitar el consumo excesivo de alcohol

El alcohol en exceso puede elevar la presión arterial, por lo que es importante limitar su consumo. Los expertos sugieren no más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres.

5. Controlar el estrés

El estrés prolongado puede contribuir al desarrollo de hipertensión. Técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda pueden ayudar a controlar los niveles de estrés.

6. No fumar

El tabaco aumenta la presión arterial y daña las paredes de las arterias. Dejar de fumar es esencial para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la salud en general.

7. Medicación bajo supervisión médica

En algunos casos, los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la hipertensión. El médico puede recetar medicamentos antihipertensivos para ayudar a mantener la presión arterial en niveles seguros.

La hipertensión es una condición seria que puede pasar desapercibida, pero sus consecuencias pueden ser graves si no se trata.

Mantener un estilo de vida saludable, controlarse regularmente la presión arterial y seguir las recomendaciones médicas son claves para prevenir y controlar esta condición.

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