Aborto, causas y factores comunes

Un aborto es la pérdida espontánea del embarazo antes de la semana 20.

A menudo, sucede en el primer trimestre, pero las causas pueden ser diversas.

1. Alteraciones genéticas en el feto

La causa más común de un aborto temprano está relacionada con anomalías genéticas en el feto. Aproximadamente el 50% de los abortos espontáneos ocurren debido a que el embrión tiene un número anormal de cromosomas.

Estos problemas genéticos ocurren por azar y no son controlables. Algunas de las anomalías más frecuentes son:

• Trisomía: Un cromosoma extra.
• Monosomía: Falta de un cromosoma.
• Mosaico genético: Mezcla de células normales y anormales.

Este tipo de alteraciones suelen impedir el desarrollo normal del feto, resultando en un aborto espontáneo durante las primeras semanas del embarazo.

2. Problemas hormonales

El equilibrio hormonal es fundamental para que el embarazo progrese de manera saludable. Algunas alteraciones hormonales pueden impedir que el cuerpo de la mujer mantenga el embarazo:

• Deficiencia de progesterona: Esta hormona es esencial para mantener el revestimiento del útero donde se implanta el embrión. Una deficiencia puede llevar a un aborto temprano.
• Síndrome de ovario poliquístico (SOP): Las mujeres con SOP tienen un mayor riesgo de aborto debido a desequilibrios hormonales y problemas de ovulación.

Los tratamientos hormonales, bajo supervisión médica, pueden mejorar las probabilidades de mantener el embarazo en algunos casos.

3. Problemas uterinos

Algunas mujeres tienen problemas con la estructura de su útero que pueden dificultar el embarazo. Los problemas uterinos más comunes incluyen:

• Miomas uterinos: Tumores no cancerosos que crecen en el útero y pueden interferir con el desarrollo del embrión.
• Malformaciones uterinas: Formas anormales del útero, como el útero bicorne o septado, que dificultan la implantación del embrión o su desarrollo.
• Incompetencia cervical: El cuello uterino se abre demasiado pronto durante el embarazo, lo que puede causar un aborto en el segundo trimestre.

Estos problemas suelen diagnosticarse con ecografías o estudios ginecológicos y, en algunos casos, pueden tratarse para mejorar las probabilidades de un embarazo exitoso.

4. Infecciones

Ciertas infecciones en el cuerpo de la madre pueden afectar al feto y provocar un aborto. Algunas de las infecciones más comunes asociadas a este problema son:

• Toxoplasmosis: Infección causada por un parásito que se transmite a través de alimentos mal cocidos o el contacto con heces de gato.
• Listeriosis: Infección bacteriana que se contrae a través de alimentos contaminados.
• Rubéola y otras enfermedades virales: Algunas enfermedades infecciosas, como la rubéola, pueden afectar al desarrollo fetal y causar un aborto.

Mantenerse al día con las vacunas y tomar precauciones con los alimentos y el entorno es crucial durante el embarazo.

5. Trastornos autoinmunes

Algunas mujeres tienen trastornos autoinmunes que afectan su capacidad para llevar a término un embarazo. Uno de los trastornos más comunes relacionados con el aborto espontáneo es el síndrome antifosfolípido.

En este síndrome, el cuerpo produce anticuerpos que atacan los fosfolípidos, componentes clave en la coagulación sanguínea.

Esto puede llevar a la formación de coágulos, lo que impide que el feto reciba suficiente sangre y nutrientes.

El lupus y otros trastornos autoinmunes también pueden aumentar el riesgo de aborto, ya que afectan la respuesta del sistema inmunológico de la madre.

6. Factores de estilo de vida

Ciertas decisiones de estilo de vida y hábitos pueden aumentar el riesgo de un aborto espontáneo. Entre los más importantes están:

• Tabaquismo: Las mujeres que fuman durante el embarazo tienen un mayor riesgo de aborto debido a los efectos perjudiciales del tabaco en el desarrollo fetal.
• Consumo de alcohol: El alcohol puede interferir con el crecimiento del feto y aumentar la probabilidad de pérdida.
• Drogas recreativas: El uso de drogas como la cocaína o la heroína durante el embarazo está relacionado con un alto riesgo de aborto.
• Obesidad o desnutrición: Un índice de masa corporal (IMC) extremadamente alto o bajo puede afectar el equilibrio hormonal y la salud en general, lo que incrementa el riesgo de pérdida del embarazo.

Hacer cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, evitar el alcohol y mantener una dieta equilibrada, es fundamental para reducir los riesgos asociados con un aborto.

7. Enfermedades crónicas

Las mujeres con enfermedades crónicas no controladas tienen un mayor riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Algunas de estas afecciones incluyen:

• Diabetes no controlada: Las fluctuaciones en los niveles de glucosa pueden afectar el desarrollo fetal.
• Hipertensión arterial: La presión arterial alta puede reducir el flujo de sangre al feto.
• Problemas de tiroides: Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden afectar negativamente el embarazo si no se tratan adecuadamente.

Es importante que las mujeres con condiciones crónicas consulten a su médico antes de intentar concebir para ajustar los tratamientos y controlar la enfermedad durante el embarazo.

8. Factores ambientales

Existen factores ambientales que también pueden causar abortos espontáneos, como la exposición a ciertas sustancias químicas o radiación.

Las mujeres que trabajan en ambientes con materiales tóxicos o en sectores industriales tienen un mayor riesgo de problemas durante el embarazo. Algunas sustancias dañinas incluyen:

• Pesticidas y herbicidas.
• Radiación ionizante.
• Solventes y productos químicos industriales.

Es crucial limitar la exposición a estos factores durante el embarazo para proteger la salud de la madre y del feto.

9. Edad materna avanzada

La edad materna es un factor significativo en el riesgo de aborto. Las mujeres mayores de 35 años tienen más probabilidades de experimentar alteraciones cromosómicas en el embrión, lo que puede llevar a un aborto espontáneo.

A medida que la mujer envejece, la calidad y cantidad de los óvulos disminuye, aumentando las complicaciones relacionadas con el embarazo.

10. Medicamentos

Ciertos medicamentos pueden afectar negativamente el embarazo y aumentar el riesgo de aborto.

Es fundamental que cualquier mujer embarazada o que planee quedar embarazada consulte con su médico antes de tomar medicamentos.

Algunos fármacos que se deben evitar durante el embarazo son:

• Retinoides (usados para el acné).
• AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) como el ibuprofeno.
• Medicamentos para la epilepsia sin supervisión médica.

Existen diversas causas de un aborto y, en muchos casos, se debe a factores que no pueden prevenirse.

Las alteraciones genéticas son la principal razón, pero también influyen el estilo de vida, problemas hormonales y de salud.

Entender estas causas puede ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su salud y buscar el apoyo médico adecuado para futuros embarazos.