Cómo perforar una oreja de manera casera

La perforación de orejas es una práctica común y un paso importante para quienes desean usar aretes.

Aunque es recomendable acudir a un profesional para realizar esta tarea, algunos optan por perforar sus orejas en casa.

Si decides perforarte la oreja en casa, es fundamental seguir ciertos pasos y precauciones para evitar infecciones y asegurar un procedimiento seguro.

Materiales necesarios

Qué es la Higiene del Cuerpo y Cómo Hacerla
Qué es la Higiene del Cuerpo y Cómo Hacerla

Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los materiales necesarios a mano. La preparación es clave para evitar complicaciones.

  • Aguja estéril o perforadora: Una aguja para perforaciones, disponible en tiendas especializadas, es la mejor opción. Evita el uso de agujas de coser, ya que no están diseñadas para perforaciones.
  • Guantes desechables: Para evitar el contacto con bacterias y mantener la esterilidad.
  • Alcohol isopropílico o antiséptico: Para desinfectar la oreja y los materiales.
  • Aretes de acero quirúrgico o titanio: Los aretes deben ser hipoalergénicos y preferiblemente de un material que no cause irritación.
  • Algodones o gasas: Para limpiar la oreja antes y después de la perforación.
  • Marcador no tóxico: Para marcar el lugar exacto donde deseas hacer la perforación.
  • Hielo o anestésico tópico: Opcional, para reducir el dolor durante el proceso.

Preparación

1. Desinfecta el Área y los Materiales

Lava bien tus manos con agua y jabón antes de empezar. Ponte los guantes desechables para evitar contaminar los materiales. Limpia la oreja con alcohol isopropílico o antiséptico, asegurándote de que el área esté completamente desinfectada. Desinfecta también la aguja y el arete antes de usarlos.

2. Marca el Punto de Perforación

Con un marcador no tóxico, marca el punto exacto donde deseas hacer la perforación. Asegúrate de que el punto esté bien centrado y en el lugar adecuado antes de proceder. Si tienes dudas, revisa el espejo varias veces para asegurarte de que el punto es el correcto.

3. Considera el Uso de Hielo o Anestésico

Si te preocupa el dolor, puedes aplicar hielo en la oreja durante unos minutos para adormecer el área. Otra opción es usar un anestésico tópico que se puede encontrar en farmacias. Recuerda que el hielo no eliminará por completo el dolor, pero puede hacerlo más tolerable.

Perforación de la oreja

1. Posiciona la Aguja

Coloca la aguja en el punto marcado, asegurándote de sostenerla firmemente. Debes estar completamente seguro de la posición antes de perforar.

2. Realiza la Perforación

Con un movimiento rápido y firme, empuja la aguja a través del lóbulo de la oreja. Es crucial que lo hagas en un solo movimiento para minimizar el dolor y evitar un proceso traumático para la piel. Si utilizas una perforadora especializada, el procedimiento será más rápido y menos doloroso.

3. Inserta el Arete

Una vez que la aguja haya atravesado la oreja, deja el arete preparado al alcance de la mano. Retira la aguja y rápidamente inserta el arete en la perforación antes de que el agujero comience a cerrarse. Asegúrate de que el arete esté bien colocado y ajustado.

Cuidados posteriores

1. Limpieza Diaria

Después de la perforación, limpia la zona dos veces al día con una solución salina o un antiséptico recomendado para piercings. Gira suavemente el arete durante la limpieza para evitar que se adhiera a la piel y asegurar que el agujero permanezca abierto.

2. Evita el Contacto con Manos Sucias

No toques el arete ni la perforación con las manos sucias. Siempre lávate las manos antes de manipular el piercing para evitar infecciones.

3. Evita Productos Químicos

Durante las primeras semanas, evita exponer la perforación a productos químicos como champús fuertes, lociones o perfumes que puedan irritar la herida.

También es importante evitar nadar en piscinas o aguas abiertas durante las primeras semanas, ya que el cloro y las bacterias pueden causar infecciones.

4. Observa Signos de Infección

Es normal que la oreja esté algo hinchada o roja después de la perforación, pero si notas dolor intenso, secreción de pus o fiebre, es posible que tengas una infección. En ese caso, retira el arete y consulta a un médico inmediatamente.

Es importante recordar que acudir a un profesional siempre es la opción más segura.

Si decides hacerlo en casa, asegúrate de mantener la máxima higiene y estar preparado para cualquier complicación.

Con el cuidado adecuado, tu nueva perforación sanará correctamente, permitiéndote disfrutar de tus aretes sin problemas.

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