Las flexiones de brazo, también conocidas como push-ups, son uno de los ejercicios más completos y efectivos para fortalecer el cuerpo.
Este movimiento clásico no requiere de equipo y puede realizarse en cualquier lugar, siendo accesible tanto para principiantes como para atletas avanzados.
Tabla de contenido
¿Qué son las flexiones de brazo?
Las flexiones de brazo son un ejercicio de resistencia que trabaja principalmente los músculos del pecho, los hombros, los tríceps y el core.
Se realizan manteniendo el cuerpo en posición horizontal y elevándolo repetidamente con la fuerza de los brazos, mientras se mantienen alineadas la espalda y las piernas.
Este ejercicio se considera uno de los pilares del entrenamiento físico debido a su capacidad para desarrollar fuerza, resistencia y estabilidad corporal.
Beneficios de las flexiones de brazo
Realizar flexiones regularmente ofrece una serie de beneficios físicos y de salud, tales como:
- Fortalecimiento muscular: Trabaja varios grupos musculares al mismo tiempo, ayudando a mejorar la fuerza en el pecho, hombros, brazos y abdominales.
- Mejora de la resistencia: Al realizar series repetidas, aumentas la resistencia muscular, lo que te permitirá realizar actividades físicas con mayor facilidad.
- Aumento del metabolismo: Al ser un ejercicio que involucra grandes grupos musculares, las flexiones aceleran el metabolismo, ayudando a quemar más calorías.
- Mejora de la postura: Al fortalecer el core y los músculos de la parte superior del cuerpo, contribuyen a una postura más erguida y estable.
- Versatilidad y adaptabilidad: Las flexiones se pueden adaptar a diferentes niveles de condición física, lo que las convierte en un ejercicio útil tanto para principiantes como para atletas avanzados.
Cómo hacer correctamente las flexiones de brazo
Realizar flexiones de brazo correctamente es crucial para obtener todos sus beneficios y evitar lesiones. Aquí te explicamos cómo hacerlas paso a paso:
- Posición inicial: Colócate en el suelo boca abajo, con las palmas de las manos apoyadas y los brazos alineados a la altura de los hombros. Los pies deben estar juntos o ligeramente separados. Mantén el cuerpo en línea recta desde los talones hasta la cabeza.
- Descenso: Flexiona los codos lentamente mientras bajas el cuerpo hacia el suelo. Mantén la espalda recta y no permitas que las caderas caigan o se eleven. Baja hasta que los codos formen un ángulo de 90 grados.
- Ascenso: Empuja con las manos hacia el suelo para elevar el cuerpo de nuevo a la posición inicial, estirando los brazos sin bloquear los codos.
- Respiración: Inhala mientras bajas el cuerpo y exhala mientras subes.
Consejos para evitar errores comunes
- Mantén la alineación: Evita arquear la espalda o bajar las caderas. El cuerpo debe mantenerse en línea recta en todo momento.
- Controla el movimiento: Evita hacer flexiones rápidas. Realiza el ejercicio de manera controlada para involucrar los músculos adecuadamente.
- No bloquee los codos: En la parte alta de la flexión, no bloquees completamente los codos para evitar presión innecesaria en las articulaciones.
Variaciones de las flexiones de brazo
Una de las grandes ventajas de las flexiones es su versatilidad.
A medida que ganas fuerza, puedes incorporar variaciones para desafiar diferentes músculos o ajustar la intensidad del ejercicio:
- Flexiones inclinadas: Coloca las manos en una superficie elevada (como un banco o una pared). Esta variación es ideal para principiantes, ya que reduce el peso corporal que se eleva.
- Flexiones declinadas: Coloca los pies en una superficie elevada para aumentar la dificultad. Trabaja más los músculos del pecho y los hombros.
- Flexiones con rodillas: En lugar de apoyar los pies, apoya las rodillas en el suelo. Esta es una opción más fácil para principiantes que buscan ganar fuerza.
- Flexiones con palmada: Realiza una flexión normal, pero al subir, impulsa tu cuerpo lo suficiente como para dar una palmada en el aire. Esto aumenta la explosividad y fuerza.
- Flexiones diamante: Junta las manos debajo del pecho, formando un triángulo o «diamante» con los dedos. Esta variación pone más énfasis en los tríceps.
- Flexiones explosivas: Impulsa tu cuerpo con suficiente fuerza para despegar las manos del suelo. Esta variación desarrolla potencia en los músculos.
Incorporación de las flexiones en tu rutina de entrenamiento
Las flexiones de brazo se pueden integrar fácilmente en cualquier rutina de ejercicios, ya sea como parte de un entrenamiento de fuerza o un circuito de alta intensidad.
A continuación, te damos algunas recomendaciones para incorporarlas adecuadamente:
- Principiantes: Comienza con 2-3 series de 5-10 repeticiones, enfocándote en mantener la técnica adecuada.
- Intermedios: Realiza 3-4 series de 12-15 repeticiones, añadiendo variaciones como flexiones inclinadas o declinadas para aumentar la dificultad.
- Avanzados: Incorpora flexiones con palmadas o explosivas en un circuito de alta intensidad, realizando series de 20 o más repeticiones.
Las flexiones de brazo son un ejercicio fundamental que puede mejorar significativamente tu fuerza, resistencia y estabilidad sin necesidad de equipo.
Con la técnica adecuada y una progresión gradual, puedes aprovechar todos los beneficios de este movimiento para mantenerte en forma y saludable.
No importa tu nivel de condición física, siempre hay una variación de flexiones que se adapta a ti.